Messin with them

Algo llamó la atención del detective, súbitamente un nuevo chi entraría a la escenografía, este se percibía titubeante, como la debilidad ignea de una vela al alcanzar el colofón de su mecha ceñida en aflicción. No tardó en indentificar aquella presencia, cual campante ante sus ojos se trataría de una pequeña cría de aparente innocuosidad... Frunció el seño y dejándose llevar por sus pasiones paternales se levantó de su asiento humano para acercarse a la jovencita. Hey.. ¿Te sucede algo? Dijo con un tono amable aquella voz de tono grave y masculino. Aquel hombre era distintivo por su grandeza corporal, cercana a los dos metros de altura, y con un cuerpo muscular analago a un animal astado; podría infundir un miedo inherente en cualquier persona, pero aún así ante la chica, el manaba una naturaleza bondadosa. ¿Por qué lloras? Preguntó finalmente el titán, quién vestido de ropas casuales, no se distinge su perfil miembro de fuerzas coercivas.

Wow!! Hey!! Se pone de cuclillas ante la chica cuando esta cae, tomándole firmemente sus pequeños hombros entre aquellas ásperas y duras manos de largos y gruesos dedos. Ahh... Chicos de hoy en día. No entiendo bien lo que te sucede, ni es mi problema pero deberías calmarte! Ahora mira como estás si te dejo así me harás sentir como una basura humana. Dijo enardecido a la chica, oponiendo agresividad en sus palabras que honestas, deberían hacer cambiar la patética condición de su ánima. Le tomó bruscamente por el brazo, y la obligó a levantarse halándole de manera ascendente. Vendrás conmigo chicuela. Te llevaré a comer comida... Ignorando la situación mustia empezó a caminar hacia un local de comida rápida cercano arrastrando a la pequeña dama consigo. Espero que te guste la comida china. Refunfuñó mientras pensaba que una parte moral le felicitaba por su violenta generosidad mientras que otra le regañaba por tacañerías.

Hmm? Esfrtamos ehn un retauramht deh comhmida chihna.. Dice con la boca entorpecida de fideos atravezados. Voltea el rostro y le mira con alientos flemáticos, como si la reacción de la chica fuera una extralimitación de su sorpresa. Al frente de la pequeña yacía de plato fuerte una tibia sopa de mien (Fideos chinos.), aliñado con verduras, dientes de leon y carne de cerdo; Una comida exquisita. *Fssss* Entre agudos y cacofónicos sonidos succiona la pasta de manera poco cortés mientras frunce sus carnosos labios masculinos hasta tragar la porción por completo, una vez con la boca libre de alimentos se dirigió a la chica con la lengua. Soy Jeff, pero pregunta luego mejor come... Debes tener hambre. Dice con tono efusivo con una sonrisa que inspira calma y energía, para después destruir esa naciente alegoría de respeto al volverse a su comida, cual devora y engulle de forma grosera, denotándose su maleducación a la hora de la mesa.